domingo, 20 de septiembre de 2015

"Niebla del riachuelo"


















"Niebla del riachuelo"2015
òleo sobre tela 89x116cm

Exposiciòn en BsAs Octubre 2015





Evidencias
La pintura de Diego Píriz nos invita a transitar mundos que vienen del cine y la fotografía, viajamos a los años cuarenta del film noir o del cine italiano y volvemos a la contemporaneidad de iconos de la moda o de la cinematografía actual o a la fotografía de Annie Leibovitz, generando un diálogo controversial entre la imagen y la velocidad propia de la hipermodernidad. El artista nos  introduce en atmósferas vivas, con contrastes de claros oscuros, y es en esa radicalidad en donde las imágenes cobran sentido. Es un juego anacrónico, entre espacios diseñados de manera exquisita y cuerpos que se actualizan en escenas altamente proyectivas. Este movimiento se puede apreciar sobretodo en tres obras Pensando en ti, Pienso en ti y Chop suey, las dos primeras son pinturas cuyas imágenes revelan el desasosiego de la espera en soledad y a su vez muestran planos contrastantes entre la gran urbe y la esfera privada. Así la presencia de los personajes es acontecimiento,  en tanto Píriz lo vivifica como seres que proponen un diálogo silencioso entre puntos distantes del planeta como lo son Montevideo, Caracas y Tokio. El propio artista se desplaza en la vida real entre estos lugares, sirviéndoles como puentes para la construcción de historias que en la austeridad sofisticada de una modernidad casi perdida, se hacen visibles como paisaje.  La poética de las ciudades, funciona en estas obras como hilos que conectan lo privado con pulsiones vitales,  genera que el espectador se identifique por la movilización de sus sentidos. Píriz juega en el borde del sistema apropiacionista del arte, por ejemplo en la obra  “Carretera” que marca un paralelismo con Lost Highway del brillante David Lynch, esa estética propia del llamado cine negro, en una estética que conecta la vida y la muerte con las intrigas tan humanas en inesperados finales, con la vertiginosa circularidad de la historias. Esto es lo que Píriz captura y se manifiesta en las escenas y en su impecable manejo de la  luz y el color. En la misma línea, de su trabajo reciente se destacan: “En el  living” y “La noche”, en donde una vez más el discurso pictórico tiene como centro a una mujer desnuda, enigmática y sensual, que en la obra parece naturalizar su posición, logrando una presencia  evocadora de lo bello con un  halo misterioso. Es ese guiño, en la denominada “sociedad de la evidencia” a la que el filósofo Byung-Chul- Hang alude, para mostrar los rasgos de la sociedad actual en donde “La capa figurada erotiza la palabra, elevándola a la condición de un objeto de deseo. La palabra actúa con mayor poder de seducción cuando esta revestida figurativamente” y es en ese juego de tensiones en donde el artista Diego Píriz compone su obra.
Jacqueline Lacasa

Montevideo, 2015

sábado, 14 de marzo de 2015

Fotogramas Perdidos texto de Manuel Neves



Fotogramas perdidos Apuntes sobre la obra reciente de Diego Píriz

Siguiendo la más pura tradición posmoderna, Diego Píriz  produce sus obras utilizando tanto las estrategias formales como la estética mutante de la apropiación.

El artista toma imágenes de fotógrafos modernos referentes del siglo XX o de la prensa escrita y las reprograma, transfigurándolas en obras pictóricas, utilizando su personal estilo representativo desarrollado en la última década.
Este estilo no respeta categorías o dogmas académicos, combinando formas eruditas de
la tradición artística moderna con dispositivos margínales del arte naif.

El grupo de obras presentadas en esta oportunidad, que en su mayoría son de formato modesto,  proyecta, en su ambigüedad narrativa, climas de nostalgia, desencanto, extrañeza y fría voluptuosidad.

Aquí, la referencia a la historia del cine es inevitable: el propio Píriz, consecuente cinéfilo, enciende en nuestra memoria imágenes –o mejor dicho fotogramas- de nuestro acervo  cultural cinematográfico.  Así las ficciones narrativas -historia del arte versus historia del cine- se ínterpenetran y se ocultan mutuamente.

En el  pequeño grupo de obras llamadas Mujer, donde podemos ver, en una habitación vacía, el cuerpo desnudo de una mujer de espalda, el artista sintetiza o resume magistralmente las intenciones formales y narrativas de la exposición.

Anonimato y austeridad, soledad y fruición son proyectados por las sinuosas formas de ese cuerpo exultante que parece extraído de un fotograma perdido de una película que nunca se realizó


Manuel Neves Brasilia, Marzo 2015.