Fotogramas
perdidos Apuntes sobre la obra reciente de Diego Píriz
Siguiendo
la más pura tradición posmoderna, Diego Píriz produce sus obras
utilizando tanto las estrategias formales como la estética mutante de la
apropiación.
El artista
toma imágenes de fotógrafos modernos referentes del siglo XX o de la prensa
escrita y las reprograma, transfigurándolas en obras pictóricas, utilizando su
personal estilo representativo desarrollado en la última década.
Este
estilo no respeta categorías o dogmas académicos, combinando formas eruditas de
la
tradición artística moderna con dispositivos margínales del arte naif.
El grupo
de obras presentadas en esta oportunidad, que en su mayoría son de formato
modesto, proyecta, en su ambigüedad narrativa, climas de nostalgia,
desencanto, extrañeza y fría voluptuosidad.
Aquí, la
referencia a la historia del cine es inevitable: el propio Píriz, consecuente
cinéfilo, enciende en nuestra memoria imágenes –o mejor dicho fotogramas- de
nuestro acervo cultural cinematográfico. Así las ficciones
narrativas -historia del arte versus historia del cine- se ínterpenetran y se
ocultan mutuamente.
En el
pequeño grupo de obras llamadas Mujer, donde podemos ver, en una
habitación vacía, el cuerpo desnudo de una mujer de espalda, el artista
sintetiza o resume magistralmente las intenciones formales y narrativas de la
exposición.
Anonimato
y austeridad, soledad y fruición son proyectados por las sinuosas formas de ese
cuerpo exultante que parece extraído de un fotograma perdido de una película
que nunca se realizó
Manuel Neves Brasilia, Marzo 2015.
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